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Tres partes contiene la Medicina: Dieta, Farmacéutica y Quirúrgica. Así comienza un documento manuscrito fechado en julio de 1734. Es imposible saber quien fue su autor porque se conserva incompleto,  pero no por eso deja de contener curiosas recomendaciones para tratar de  mejorar el funcionamiento de los hospitales. Notase  que en el Hospital General no se detienen los médicos en recetarla.... Con estas palabras se refiere el autor a la falta de control sobre la  cantidad y calidad de los alimentos que se proporcionan  a  los enfermos, aspecto muy importante de la Medicina  al que no se le presta la debida atención ... pues los Hermanos que asisten a las salas lo hacen por lo que apetecen los enfermos, porque son preguntados, lo que no se debe permitir  porque,  tal vez, apetecen y piden lo que no les conviene..... Es, por tanto,  labor del médico recetar los remedios farmacológicos así como la dieta adecuada. Para asegurars...
La Princesa de Éboli, Ana de Mendoza y de la Cerda, pasó los últimos años de su vida recluida en  su palacio de Pastrana  (Guadalajara), en una especie de arresto domiciliario que le fue impuesto por Felipe II.  Vivía acompañada por su hija menor y algunos criados. Los gastos en alimentos, medicinas, vestidos, leñas, salarios de asistentes o reparaciones,  eran fiscalizados periodicamente por orden del Rey. Con algo más de cuarenta años y  diez partos (uno de ellos gemelar)  a sus espaldas, la  Princesa, triste y achacosa, recurría con frecuencia a los remedios que,  creía, podían devolverle algo del porte y del esplendor perdidos. Tenía especial fe en un ungüento desopilativo del hígado que era, en realidad, una purga compuesta por agárico y cocimiento de malvas y malvaviscos, mercuriales y acelgas. Conserva de escorzonera, agua de olor, ámbar gris, agua de amapolas, aceite de almendras, agárico, mirra escogida, aceite de alegría, agua...
Fernando  Alvarez de Toledo y Pimentel, el Gran Duque de Alba, fallecía en 1582, cuando apenas era acabada la alegría del nietecico, cuando lo mezcló con la dolencia del agüelo  porque estas son las prisiones y tributos de esta vida mortal .... De esta guisa se expresaba  Fray Luis de Granada en una   carta de consuelo   que enviaba a María Enriquez, la viuda,    llena de lisonjas hacia el finado. En primer lugar, refería  el clérigo,   debía dar gracias  a Dios   por haber sido la señora más bien casada de cuantas ha habido en nuestros tiempos.... Otro motivo de gratitud ...habérselo Dios conservado cincuenta y tantos años ...  porque si reparara en    todas las señoras casadas de España, viere cuán limitada fue la vida de sus maridos; hallará muchas viudeces muy tempranas y muy pocas casadas que tan largo espacio lo fueren como usted. Era el Duque un personaje católico hasta rayar la obsesión. Confes...
La enemistad  entre D. José del Campillo  -  quasi ministro universal de Felipe V -  y el Príncipe de Campoflorido, poderoso militar de origen siciliano, era patente y manifiesta hasta tal punto que,  en opinión de Jorge Astraudi (Ordenador de la Intendencia de La Coruña), pudo ser la causa de la prematura e inesperada muerte de Campillo. Campoflorido era el embajador de España en París y su salario mensual debía ser librado por el Ministro de Hacienda, a la sazón José Campillo, quien optaba por sentarse encima de la caja de los dineros y no soltar ni una blanca, alegando que los costes de la guerra se habían disparado de tal manera que no había dinero para nada más.   A principios de 1743 el embajador solicitaba que le fueran abonadas las  18 mensualidades que se le adeudaban, así como la cantidad a que ascendía el encargo de la Reina a unos artífices de Paris  de unas joyas de diamantes. Campillo dio la callada por respuesta y Campof...
A punto de cumplirse un año de la publicación de mi primer artículo en este blog, el más sincero agradecimiento a mis lectores y, sin embargo, amigos.  A estas alturas de la vida, estoy segura de que forma parte de la condición humana la práctica del enchufismo que, además,  se pierde en la noche de los tiempos. Todos tratamos de favorecer a nuestros allegados en la medida que nuestra posición social o laboral lo permite. Sin embargo, opino que, en determinados casos, deberían acotarse las circunstancias que posibilitan el "enchufe"  para evitar males mayores. Un tal D. Francisco Álvarez, miembro del Tribunal de la Real Chancillería de Valladolid, firma una carta fechada el 18 de mayo de 1659 y dirigida a D. Francisco de Zárate y Terán, a la sazón Presidente del referido Tribunal,  además de Obispo de Segovia. De qué forma funcionaba la administración de justicia, nos dan idea algunos párrafos de esa carta que me parecen más que significativos. Refir...
El 13 de septiembre de 1695,  el Obispo de Solsona  redactaba un manifiesto a  favor de la ciudad de Zaragoza y en contra de la decisión tomada por  su Arzobispo. Desde tiempo inmemorial  contaba la ciudad  con el privilegio de poner precio a la carne que se despachaba  en carnicerías y  abastos. El procedimiento era el siguiente: las autoridades locales compraban el ganado al por mayor  al precio más barato posible y  luego lo revendían al detalle  a los expendedores a un precio mas alto, de tal forma que las ganancias obtenidas  se destinaban a la administración de este servicio y a compensar las posibles pérdidas que se producían en los meses de invierno cuando las reses   enflaquecen. Y como es constante en buena Teología que todas las cosas vendibles tienen tres precios: uno ínfimo, otro mediano y otro supremo..... ,  Zaragoza tenía plenos poderes para señalar el precio supremo a la carne, mayormente cua...
La utilización de  la ironía con fines críticos y/o  humorísticos, es y ha sido un recurso literario a considerar. Situándonos en el siglo XVII, un gran número de escritos en prosa y en verso, en general de autores anónimos, trataban de ridiculizar o, al menos, cuestionar los vaivenes de la política, de los personajes públicos, de las instituciones  o, incluso,  de la religiosidad de algunos clérigos.  Muchos de estos escritos fueron recopilados por Antonio Paz y Mélia, y publicados en 1890 bajo el título  "Sales españolas o agudeza del ingenio nacional". Un capítulo de esta obra está dedicado al  Dr. D. Juan de Flórez y Rodriguez, clérigo y  prebendado, medio racionero de la Sta Iglesia de Granada. La historia es como sigue: D. Juan recibía al v isitador eclesiástico, quien iba a encargarse de comprobar que, tanto la vida pública del sacerdote como la privada, se ajustaban  a los cánones marcados por  las altas dignidades de Ro...