Entradas

 Cuando  Carlos III decidió nombrar  al clérigo  D. Basilio Sancho de Santa Justa y Rufina,  Arzobispo de Manila en 1765,  la organización y los preparativos  de tan largo  viaje se dilataron por espacio de casi dos años.  La familia que le acompañaba estaba compuesta por cuatro sacerdotes pertenecientes a las Escuelas Pías y cinco personas más entre secretario, pajes y ayuda de cámara; todos ellos hijos de cónyuges cristianos viejos. Entre otras cosas, el equipaje constaba de: - 11  cofres de ropas pontificales de su uso y de su familia. -  4  cajones de libros - 3 cajones de chocolate - 2 cajones de rosoli. -  7  frasqueras de vinos y licores - 16 barriles de aceitunas, manteca y anchoas - 3 bizcocheras. - 2 quesos de Parma. Además de ropas y efectos personales, portaba el Arzobispo  mucho dinero en efectivo, ya  que el Rey había dado  orden el 16 de enero  para que...
Muchos fueron, a lo largo de los siglos, los episodios de epidemias que hicieron mella en la población de aquellas regiones donde se mostraban con mayor virulencia. Hacia mediados de junio de 1679, buena parte de Andalucía  sufrió el azote de una peste que obligó a las autoridades a tomar medidas excepcionales para evitar que se extendiera a otras regiones próximas. El porcentaje de mortalidad era muy elevado, los dos tercios de las personas que se contagiaban,  acababan sucumbiendo a la enfermedad. Una de las ciudades mas afectadas resultó ser Lucena, donde, además  de organizar sendas fiestas religiosas a San Roque y a Ntra Sra del Rosario con el fin de que sean nuestros abogados con la Majestad Divina, se hizo necesario buscar un lugar adecuado en el que instalar un hospital de forma temporal con el fin de que no estuvieran mezclados los que padecían  enfermedades regionales con los apestados. En un principio se pensó  en la ermita de Ntra Sra d...
Barbara de Braganza, esposa de Fernando VI, buscaba un lugar donde residir con tranquilidad  en caso de quedar viuda.  Dado que no había alumbrado heredero para  la Corona, se vería obligada a abandonar las estancias palaciegas. A tal fin, decidió fundar el convento de la Visitación  de Nuestra Señora  (Salesas Reales) que, a su vez,  serviría como residencia de acogida de damas nobles. Sin entrar en detalles acerca de los elementos arquitectónicos,  me voy a permitir enumerar algunas de las alhajas donadas por la Reina para el embellecimiento de las instalaciones una vez terminado el período constructivo. -Una custodia de oro con 2673 diamantes rosas y 1373 esmeraldas. -Una cruz de oro de  mas de un pié de alta con su peana. 241 diamantes de distintos tamaños y 340 esmeraldas adornan la cruz; la peana, cuya hechura es de un peñasco, tiene 233 diamantes en varias flores y hojas de oro esmeraldadas y 45 esmeraldas brutescas o morrallo...
Carlos I, como dueño que era de un enorme imperio,   tuvo que lidiar con innumerables conflictos que, casi de continuo, surgían en algún  lugar de sus dilatados dominios. Las Comunidades de Castilla, donde destacaron como adalides de la causa  Padilla, Maldonado y Bravo,  causaron al Emperador algún que otro desvelo allá por 1520-1521. A este respecto, un tal Alfonso Cage? de Plasencia, firma una carta dirigida a las autoridades de la Junta de Comunidades (supongo),  a sus   muy magníficos señores , en un tono ciertamente dramático. La misiva data del 1 de septiembre de 1520  A 27 de agosto se supo en esta ciudad la miserable destrucción de la noble villa de Medina del Campo, la cuál puso tanta alteración y lástima en los corazones de todos los vecinos de esta ciudad que, a nuestro parecer,no se sintió menos que si a nuestra propia ciudad acaeciera..... Fuimos avisados por personas dignas de fe que Antonio de Fonseca.......se venía a ...
Imagen
En 1799, en las inmediaciones de la Isla del Rey, en el gobierno de Panamá, un esclavo negro pescó una perla de grandes dimensiones, de un valor excepcional  y con forma de calabaza. D. José Hipólito Bernal y Serrano, Teniente de Dragones y Juez Pedáneo de Panamá, parece ser que pagó una cantidad irrisoria al esclavo,  se hizo con el preciado tesoro y lo  dejó en depósito en casa  de D. Antonio de Narváez Latorre, Gobernador de Panamá. Su intención era ofrecérsela a Godoy (Príncipe de la Paz) para que, a su vez, se la mostrase a la Reina y, si era de su agrado, la adquiriera por su justo precio, en este caso muy elevado, debido a la excepcionalidad de encontrar un ejemplar de tan colosales dimensiones ( su peso era de 56 kilates). Enterado Godoy, ordenó que se enviase la perla a España tan pronto como fuera posible hacerlo de forma segura. Entretanto, el Sr. Narváez  apreciaba  indicios de delito en la compra que había efectuado Bernal y ordena...
Reinando en España Felipe III, se elaboró el borrador de un decreto que pretendía publicarse sobre  "la inconveniencia de que los frailes hablaran con las monjas". Tal proyecto  parece que no era del agrado del propio clero, quien, a través de una comisión de religiosos, redactó un documento en contra de la publicación de tal decreto, aduciendo razones tan  poderosas  como curiosas, que paso a resumir. El estado eclesiástico es mas perfecto que el estado seglar, esto significa que es menos susceptible a sucumbir a las debilidades de la carne. Además, si llegan  a prohibirse las conversaciones entre religiosos de distinto sexo, será un motivo de contento para los herejes,  quienes considerarían justificado su odio a las religiones. Por otra parte, el comportamiento inadecuado o e l trato ilícito y pecaminoso de un clérigo, no significa que todos los miembros de la congregación  obren del mismo modo. Sabido es que las monjas pobres se sus...
Juan Moles era un potentado vecino de Zaragoza cuyos tres hijos fueron desterrados, de forma temporal,  por haber dado muestras de desobediencia al Rey. En agosto de 1629, el susodicho dirigía una súplica a S. M. para que le concediera la merced de devolver a su hijo Lorenzo Moles al Colegio de Notarios de Caja de Zaragoza,  es decir, que recuperara el cargo que desempeñaba antes de ser desterrado. Para que surtiera  efecto la petición,  D. Juan Moles  ofrecía  al Rey   pagar el sueldo de diez soldados en Flandes o donde S.M. desee, durante un año.. La Corona aceptaba  la propuesta.  Habida cuenta de los crecidos gastos que ocasionaba el mantenimiento de los ejércitos en unos y otros lares, cualquier  ingreso extraordinario  era muy bien recibido.  La buena disposición de S. M. para entablar negociaciones de este calibre sentó precedente y poco tiempo despues,  el referido  D. Juan,  hacía lo propio ...