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Cuando la economía está en horas bajas, hay que reducir al máximo el dispendio que pueden causar sucesos extraordinarios tales como la muerte de un ser querido o cercano. De tal manera que solo se permite llevar luto por el difunto a los parientes en grado próximo de consanguinidad (padres, abuelos, suegros, esposos...) y nunca durante  mas de seis meses. Los ataúdes no se revestirán con  telas ni colores sobresalientes ni de seda,  sino de bayeta, paño o lanilla negra. El clavazón ha de ser también negro, el galón y pavonado negro o morado. Sí se permiten, sin embargo, los colores y las telas de tafetán doble en los ataúdes de los niños. La disposición ordena también que no se vistan de luto las paredes ni los bancos de las iglesias durante los funerales, solamente se cubrirá de negro el pavimento que ocupa el ataúd y las hachas de los lados. Tampoco se puede exceder de doce cirios con cuatro velas sobre la tumba. Antes de celebrar los funerales, duran...
Carlos II y/o sus asesores decidieron publicar una Pragmática (1684) que regulaba, entre otras cosas,  la vestimenta de los súbditos. Se prohibían atuendos lujosos  con el fin de evitar los  gastos  excesivos en géneros, complementos o hilaturas procedentes de la importación y, a la vez, fomentar el consumo de productos nacionales. En 1691 se publicaba una nueva Pragmática ratificando lo contenido en la anterior. Ninguna persona hombre ni mujer, de cualquier grado y calidad que sea, pueda vestir.......géneros de brocado, oro, plata ni seda.....ni bordado  ni puntas  ni pasamanos  ni galón  ni cordón  ni pespunte  ni botones ni cintas de oro ni de plata, ....ni encajes blancos ni negros......perlas, aljofar ni otras piedras finas ni falsas aunque sea con motivo de boda.... Quedaban excluidos de esta prohibición los soldados de Caballería que estuviesen en la guerra o en actos concernientes a ella y los eclesiásticos en sus activi...
Por mucho que pasen los años y los siglos, la evolución en cuanto a  educación se refiere, es imperceptible. Cada vez estoy mas convencida de que los animales provistos de "razón" seguimos respondiendo a los instintos mas primarios de la misma manera que hace 500 o 600 años. La violencia familiar, el acoso infantil (escolar o no), la pedofilia o  los abusos de cualquier índole estaban ya inventados en el siglo XV. Menos mal  que algo hemos avanzado en el terreno de la tolerancia hacia quienes son distintos a nosotros y también  en legislar de forma que se proteja a  la infancia para que los menores no tengan que pasar por trances especialmente dolorosos. Viene todo esto a cuento de un pleito litigado en 1746-1747, en Valencia,  a propósito  de una denuncia contra un tal Vicente Sanchís, clérigo, estudiante de música y maestro residente de los niños expósitos del Hospital General de Valencia, acusado de  haber cometido el pecado nefando de...
D: Rodrigo Calderón,  valido del valido (Duque de Lerma) de Felipe III,  por méritos propios se constituyó en paradigma  de la corrupción,  ambición desmedida y falta de escrúpulos. Su trayectoria, en este sentido, le condujo a un trágico final a una edad temprana. De gustos refinados y caros, amante de las joyas y de las obras de Arte, no dudó en  solicitar recompensas  a todos aquellos cuyos negocios crecieron de forma exponencial gracias a la alargada sombra de D. Rodrigo. Cadenas de oro, corona, cadena, doscientos botones y dos rosas de diamantes, retablo pequeño de bronce ...para encima de un escritorio,  cuadros de Rubens, libros, dinero, objetos de maderas exóticas y nácar, un escritorio de ébano con flores de oro y piedras diferentes,   ropa blanca, chapines,  vestidos de las mas ricas telas, como los que le confeccionaba con sus propias manos la Marquesa del Valle, un tiro de caballos frisones rucios para su coche....  ...
En los primeros días de agosto de 1526, Carlos I firmaba, de su puño y letra,  una autorización  para edificar una casa de mujeres públicas en San Juan de Puerto Rico a instancia de D. Bartolome Conejo, quien alegaba que era preciso contar con una instalación de este tipo para preservar la honestidad de la ciudad y de las mujeres casadas de ella. El Rey, ante tan poderosa razón, accede y señala que...  habiendo la dicha necesidad, le doy licencia y facultad  para ello... Aunque nos parezca extraño e incomprensible, al menos en el siglo XVI, al que pertenecen los documentos consultados, la prostitución estaba considerada como una profesión de bajo rango, pero profesión aceptada por la sociedad del mismo modo  que la figura del rufián de mancebía (proxeneta). Solamente se penalizaba el ejercicio de ambos oficios  si se realizaba fuera de la "casa". En muchos lugares, tanto de realengo como de señorío,  se arrendaban las rentas de la mancebía de ...
Fray Luis de León, maestro en Artes y en Santa Teología  en la Universidad de Salamanca, parece que acompañaba  sus virtudes místico- literarias  con un fuerte carácter que, de vez en cuando, le jugaba una mala pasada. En el caso que paso a relatar,  lo que empezó siendo una disputa entre docentes,  tuvo que  acabar por dirimirse en un  tribunal de justicia. La sentencia, por cierto, fue desfavorable al clérigo. Corría el año 1582. Siendo martes,  a partir de las 14.30 de la tarde,  el bachiller Juan Gómez  se sometía a un examen para escalar un peldaño en la carrera de Medicina. Ostentaba el cargo de Rector Juan  Pacheco  y presidía el Tribunal el profesor Juan Bravo. En el claustro, ocupaban sus asientos los maestros, doctores y catedráticos;  asistían estudiantes de otras disciplinas, profesores y público en general. A los componentes del tribunal se les hizo entrega de las agallas   (de roble) blancas y ...
A propósito de la fiesta de la Comunidad A. de Castilla y León, hoy 23 de abril, paso a transcribir algunos párrafos de la dramática carta de despedida que Juan de Padilla escribió a su esposa María Pacheco  pocas horas antes de  ser conducido al cadalso. Señora, si vuestra pena no me lastimara más que mi muerte, yo me tuviera por del todo bienaventurado... Quisiera tener más espacio en que escribiros algunas cosas para vuestro consuelo, pero ni a mí me le dan, ni yo pretendo que haya dilación en recibir la corona que espero.  Vos señora, como cuerda,  llorad vuestra desdicha y no mi muerte que, siendo ella tan justa, de nadie debe ser llorada. Mi ánima (pues otra cosa no tengo) dejo en vuestras manos; vos señora,  haced con ella  como con la cosa que más os quiso en este mundo. A Pero Lopez, mi señor, no escribo porque no me atrevo. Y porque, aunque fui su hijo en osar perder la vida, no fui su heredero en la ventura.  Mi criado Sosa, com...